Misterios y enigmas de mi vida: cuando estudiaba en la universidad había un profesor que daba clases de teatro. Yo nunca lo hice, pero iba allí a ver a mis amigos. Yo tenía el pelo muy largo y siempre me decía para animarme a dar su clase: tú siempre serás la princesa de los cuentos. Siempre serás la princesa del pelo bonito. Me lo decía cada vez que iba. Pasó el tiempo y un día nos lo encontramos mi marido, que también había sido su alumno, y yo. Estaba extraño, una mirada hierática, pálido...solo sonrió cuando me acarició el pelo y le dije ahora lo llevo más corto ya no podría ser..., me dijo sin dejar que terminara: tú siempre serás la princesa de los cuentos. La princesa del pelo bonito. No dijo nada más. Miró a mi marido, me miró a mí y se fue. Comentamos que quizás estaba enfermo, recordamos lo alegre que era y seguimos con nuestra vida. A la semana siguiente me enseña mi marido una hoja del periódico y me la señala con el dedo porque no podía ni hablar. A nuestro profesor le iban a hacer una obra, en el aniversario de su muerte. Llevaba un año muerto. Jamás hablamos del tema, ni juntos ni por separados. De hecho, después de tantos años es la primera vez que lo cuento. Mi mente científica no encuentra explicación, quizás fue alguien que se le parecía y que dió la casualidad que dijo sus mismas palabras...